Kislev significa, segun el Rabi Tzadok Hacohen, confianza y fortaleza interior, atributos estos que caracterizan tanto a la persona nacida durante este mes como a la energia que emana este tiempo.
Segun el Shem Mishmuel (Jayei Sara-Rosh Jodesh Kislev) el arco de Sagitario simboliza el poder del rezo, que surge desde los sentimientos mas profundos del corazon y se dirige a las alturas celestiales; asi, del arco es lanzada la flecha, y mientras mas presion se imprima al arco esta subira mas alto todavia.
El arco como simbolo del poder del rezo aparece nombrado en la traduccion de Onkelos en referencia a las palabras que Iaacov dirigio a su hijo Yosef (Genesis 18:22) :»Que conquiste del poder emorita, con mi espada y mi arco», lo que es traducido por Onkelos como «rezo».
La Astrologia coloca a Sagitario como un signo de cambio, y cuya energia intrinseca es el fuego, que coincide en expresar el poder de elevarse y dirigirse hacia arriba que caracteriza a este mes de Kislev.
Durante este mes trabajamos en la correccion del descanso, y el suenio, que es resultado directo de nuestra dedicacion a corregir las acciones durante las horas activas. Corregir la relajacion usando el descanso como medio para una accion adecuada nos ayuda a canalizar nuestros esfuerzos (dirgir la flecha) en la direccion correcta.
Dos letras y un milagro
Extraído de «El calendario cabalístico» de Ben Itzjak.
Tal lo aprendido en la Introducción al Calendario Cabalístico, uno de los libros místicos más antiguos, el Sefer Ietzirá, adjudicado al patriarca Abraham, señala la relación esencial existente entre las letras del abecedario hebreo y los doce meses del año. El mes pasado, jeshván, está asociado con la letra nun, la letra de la caída – nefilá – mientras que nuestro mes, kislev, con la letra samej, la letra del apoyo – smijá – y el sostén.
Para entenderlo con mayor claridad es conveniente citar un pasaje del Talmud:
Enseñó Rabí Iojanan: ¿Por qué, a pesar de estar ordenado según el abecedario hebreo, no fue nombrada la letra hebrea nun en el inicio de ningún versículo del salmo denominado «Ashrei» – «Canción de alabanza. De David…»? (Salmo 145)
Debido a que esta letra sugiere la caída de los enemigos de Israel (eufemismo que refiere al mismo pueblo de Israel) tal como está escrito: «Ha caído, no volverá a levantarse la virgen de Israel…» (Amós 5:2), versículo que comienza con la letra hebrea nun y se refiere a la caída de Israel.
Enseñó Rav Najman bar Itzjak: Inclusive así, y aunque no se incluyó la letra nun, volvió David y los apoyó a los que caen de Israel a través del Espíritu Divino, tal como está dicho en el versículo inmediatamente posterior al que debería haber sido escrita la letra nun: «Apoya El Eterno a todos los caídos» (14).
El rey David, autor del libro de los Salmos, escribió el salmo 145, conocido como Ashrei, comenzando cada versículo con una de las veintidós letras del abecedario hebreo, respetando además el orden correcto. De la alef a la tav. Sin embargo, salteó una sola letra: la nun. ¿A qué se debe este aparente «olvido», preguntan los sabios del Talmud? Y responden señalando que la misma está asociada con la caída y el rey evitó nombrarla. Y como aprendimos en el Calendario Cabalístico del mes anterior, el mundo realmente cayó en el mes de jeshván a causa del Diluvio.
Correcto, pero esto es sólo una parte de la enseñanza, la cual corresponde a la letra nun y al mes de jeshván. Pero el pasaje talmúdico continúa diciendo: «Inclusive así, y aunque no se incluyó la letra nun, volvió David y los apoyó a los que caen a través del Espíritu Divino.. Es decir, con la letra samej, se apoya – somej – a los caídos de la letra nun.
En resumen: el texto talmúdico reúne y asocia a ambas letras – la nun y la samej – a través del proceso de caída y reposición.
La caída de jeshván se reivindica gracias a la energía de apoyo y sostén de kislev.
Y aunque al lector menos preparado estos conceptos le resulten casi como un juego de letras y palabras, una enseñanza muy profunda se esconde por detrás ya que estas letras – nun y samej – al adjuntarse conforman la palabra hebra nes, milagro, la cual refiere al milagro de la fiesta de Jánuca.
De la caída del Diluvio – nun – al milagro de las luminarias – samej.
Se trata de dos meses que no deben ser aprendidos por separado sino como un proceso de descenso y recuperación.
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