Parashá Noaj – (Noaj). 4 Jeshván 5773 (20 de Octubre de 2012).¿Fue Noaj un Tzadik?

«Estas son las generaciones de Noaj.  Noaj fue un hombre justo.  Él fue un hombre íntegro en su generación». 

La historia de Noaj es bien conocida, pero aún así Noaj es una personalidad difícil de comprender.  ¿Cuál fue la naturaleza de la rectitud de Noaj?  La descripción de Noaj  como un hombre recto e íntegro en su generación, suena como un cumplido ambiguo.  ¿Por qué la limitación «en su generación»?  Rashí trae dos opiniones. 

«En su generación: Por un lado hay sabios que lo explican positivamente: ciertamente si él hubiese vivido en una generación de tzadikim (personas justas) hubiese sido más justo.  Mientras que por otro lado, hay quienes lo explican negativamente: si él hubiese estado en la generación de Abraham, no hubiese valido nada» (Rashí).

Una opinión dice que si Noaj hubiese vivido en una generación más recta, él hubiese sido aún más recto.  De acuerdo a la otra opinión, sólo en su generación fue Noaj considerado recto; si él hubiese vivido en una generación más recta, hubiese sido considerado «nada».  Nosotros vemos aquí una falta de simetría en el versículo: Parece que Rashí muestra los dos polos – la generación recta, por un lado y por otro lado, la generación de Abraham.  Ahora, ¿no pudo la generación de Abraham haber servido como modelo para ambos?

Volvamos a la generación de Noaj.  En función de entender la rectitud de Noaj, primero debemos entender a la generación en la que él vivió.

«Y fue que cuando los hombres comenzaron a multiplicarse en la faz de la tierra e hijas nacieron a ellos.  Vieron los hijos de Elokim a las hijas del hombre que eran bonitas; y tomaron esposas para ellos de todas las que preferían…La tierra se pervirtió ante D’os, y se llenó la tierra de violencia.  Y D’os miró sobre la tierra, y he aquí que estaba corrupta; pues toda carne pervirtió su camino sobre la tierra.  Y D’os dijo a Noaj, el final de toda carne ha llegado ante Mí; porque la tierra se llenó de violencia, por causa de ellos; y es por eso que Yo los destruiré con la tierra» (6:1,2,11,12).

Los términos con que la Torá describe a la generación de Noaj, incluyen corrupción, perversión y robo.  Es dada una descripción de hombres poderosos que tomaban a cualquier mujer que deseaban.  De hecho, esto parece adecuarse a la descripción de perversión, la cual tiene matices de abusos sexuales y de propiedad.  Es una generación en donde los límites morales han caído.  La misma fábrica de la sociedad, su compromiso social, es inexistente.  En este caso, ¿cuál fue la naturaleza de la rectitud de Noaj? 

Aparentemente, Noaj no tomó parte del libertinaje y el robo de su generación.  Noaj no hizo nada malo. Por otro lado, no lo encontramos haciendo buenos actos.  De alguna manera, Noaj es como una isla – ni daña a otros ni ayuda a otros.  Esta es la grandeza de Noaj, así como la tragedia de Noaj.

El Zohar cuenta una conversación entre Noaj y D’os que tomó lugar después del diluvio:

«¿Qué es lo que D’os le contestó a Noaj cuando él dejó el arca y vio el mundo destruido?  Él (Noaj) comenzó a llorar ante D’os y dijo: «Señor del universo, Tu eres llamado misericordioso.  Tu tendrías que haber sido misericordioso con Tu creación».  D’os le respondió diciendo: «Tu eres un pastor tonto.  Ahora dices eso!  ¿Por qué no has dicho esto en el momento que Yo te dije que veía que eras recto en tu generación, o luego cuando Yo dije que traería un diluvio sobre las personas, o luego cuando ordené construir un arca? 

Permanentemente iba demorándome y dije: «¿Cuándo es que él (Noaj) pedirá misericordia para el mundo?»…Y ahora que el mundo está destruido, tu abres la boca para llorar frente a Mí y suplicarme?»  (Zohar Hashmatot, edición Margaliot Bereshit 254b).

Noaj le preguntó a D’os por qué Él no tuvo misericordia.  D’os le responde llamándolo un «tonto pastor».  Como líder de su generación, como pastor, Noaj tenía responsabilidades hacia su rebaño.  A él se le ordenó construir el arca, pero no pudo salvar a ninguna persona.  Su liderazgo puede ser comparado a un pastor que ve que su rebaño se desvía del camino correcto, deambulando en las proximidades de los peligrosos lobos, y entiende que las ovejas merecen ser devoradas por haberse desviado del camino.  D’os lo llama un «tonto pastor».  Noaj fue culpable de «negligencia profesional».

El Zohar continúa:

«Rabí Iojanán dijo: «Vengan y vean la diferencia entre los justos judíos después de Noaj y Noaj.  Noaj no defendió a su generación, ni rezó por ellos, como hizo Abraham.  Cuando D’os le dijo a Abraham que el clamor de Sodoma y Gomorra era mucho, inmediatamente Abraham comenzó a rezar ante D’os hasta que le pidió, que si eran encontradas diez personas justas en las ciudades, perdonase a toda la ciudad por el mérito de ellas.  Abraham pensó que en la ciudad en donde estaba Lot, su mujer e hijos, habría diez justos.  Es por eso que Abraham no rezó más.   Posteriormente, vino Moshé, rezó y protegió a su generación cuando D’os le dijo: «Ellos se han apartado rápidamente del camino que Yo les ordené ir».

Inmediatamente Moshé se paró y rezó…Está dicho que Moshé no lo dejó a D’os en paz hasta ofrecerle voluntariamente su alma en este mundo y en el venidero, por el pueblo…Rabí Iehoshúa dijo: «¿Qué estaba pensando Noaj que no pidió misericordia por su generación?»  Él se dijo a sí mismo: «quizás no me escaparé».  El siguiente gran líder religioso fue Abraham.  Cuando se enfrentó con los actos horribles de las ciudades de Sodoma y Gomorra, Abraham le suplica a D’os que no mate a los justos junto con los malvados. 

Noaj nunca tuvo un diálogo similar a éste con D’os.

Moshé fue aún más allá.  Después de que los judíos cometieron el terrible pecado de hacer idolatría con el becerro de oro, D’os deseaba destruir a todo el pueblo.  A pesar de la culpabilidad del pueblo, Moshé le suplicó a D’os,  refutándoLe: ¿Qué se puede esperar de una nación que recién ha salido de Egipto y no ha podido aún desarrollar su espiritualidad?

En el Zohar se lo denomina a Moshé como un «pastor fiel».  A pesar de la culpabilidad del pueblo, Moshé discutió con D’os.  Él tuvo, incluso, la audacia de decirle a D’os que si iba a destruir a todo el pueblo, entonces: «destrúyeme a mí también».

Noaj acepta el decreto de D’os.  Si las personas son culpables, no hay discusión.  Abraham intentó discutir para poder salvar algunas de las personas de la ciudad y en el mejor de los casos, para salvar, quizás, a la ciudad por mérito de los diez justos (que él estaba seguro que se podía encontrar).  Moshé estaba preparado a sacrificarse a sí mismo en función de salvar a la nación, a pesar de su culpabilidad indiscutida.  Imaginen qué hubiese pasado si Noaj se negaba a entrar al arca; eso es seguramente lo que hubiese hecho Moshé.

De acuerdo con la Torá, Noaj tardó 120 años en construir el arca, y aún en todo ese tiempo, ninguna persona fue influenciada por esta gran personalidad religiosa.  En una palabra: Noaj fue una isla.  El nombre «Noaj» significa confortable, y verdaderamente, Noaj fue confortable.  Él estaba cómodo y auto satisfecho en su propia rectitud.  La triste verdad es que Noaj era un misántropo espiritual.

Es fascinante que la siguiente persona que vemos en la Torá en un arca es Moshé.

«Fue un hombre de la casa de Leví y desposó a la hija de Leví.  Quedó encinta la mujer y dio a luz un hijo.  Vio que era hermoso y ella lo escondió durante tres meses.  Pero no pudo ella esconderlo más y tomó para él un arca de papiro y la recubrió con betún y con brea, puso en ella al niño y la depositó entre los juncos, en la ribera del río.  Y se apostó su hermana, a lo lejos, para saber qué le sería hecho a él.  Mas descendió la hija de Paró para lavarse en el río.  Ella divisó el arca entre los juncos, mandó a su sierva y la recogió» (Shemot -Éxodo- 2:1-5).

En el hecho de que el niño Moshé flotaba en el arca, en el Río Nilo, nos muestra, de alguna manera, que él estaba destinado a comenzar su misión donde Noaj finalizó la suya.   Toda la carrera de Moshé fue completamente de autosacrificio por su rebaño.  Todos sus 120 años fueron dedicados a este único propósito, quizás en función de rectificar el fracaso deNoaj durante el período de 120 años que le llevó construir el arca.  Moshé fue, verdaderamente, el «fiel pastor», y el Arizal explica la conexión entre Noaj y Moshé en los siguientes términos: Moshé completó la función no realizada por Noaj.  Esta idea nace de un versículo de Ieshaiau:

«Porque estas son como las aguas de Noaj para Mí; porque así como Yo he jurado que las aguas de Noaj no pasarán más por arriba de la tierra, también he jurado que no estaré más enojado contigo, ni te reprenderé» (Ieshaiau 54:9).

El Zohar explica el término «aguas de Noaj»:

«R. Iosé dijo: ‘Está escrito: «Porque estas son como las aguas de Noaj para Mí». (54:9)   ¿Por qué tenemos aquí la expresión «aguas de Noaj» y no «aguas del diluvio»?  La razón es que cuando la humanidad peca y hay un hombre justo en el mundo, D’os habla con él en función de que él rece por ella y obtenga el perdón.  D’os, primero le promete salvarlo a él solo y destruir al resto.  Ahora, lo correcto sería que el justo se olvidara de sí mismo, en estos momentos, y defendiera la causa de todo el mundo para apaciguar la furia de D’os en contra de ellos, así como hizo Moshé cuando Israel pecó.  Sin embargo, cuando D’os le dijo a Noaj: «El final de toda carne ha llegado ante Mí», Noaj respondió: «Y qué Tu me harás a mí?», a lo que D’os respondió: «Yo estableceré mi pacto contigo, hazte un arca de madera».  Y Noaj no rezó por el mundo, y las aguas bajaron y destruyeron a la humanidad, y es por eso que son llamadas «las aguas de Noaj» (Zohar, Vaikrá, sección 3, página 15a).

El Zohar acusa a Noaj por las aguas que cayeron, con el término hebreo «Mei Noaj».  Conversamente, Moshé ejemplifica al sirviente fiel, en no otro caso más valiente que en el que ofrece su propia vida por su pueblo:

«Y ahora, si has de perdonar su pecado…y si no, bórrame ahora de Tu libro, el que has escrito».  El término hebreo para la palabra «bórrame» es «mejeni» – las mismas letras que componen las palabras «mei Noaj»!  Es por eso que el Arizal acentúa que en el momento que Moshé reza y pronuncia la palabra «mejeni», el desliz espiritual de Noaj es remediado» (Arizal Shar Pesukim Bereshit Drush 4).

Después de que Noaj deja el arca, el ve un holocausto.  Él es un sobreviviente.  ¿Cómo Noaj se las arregló?  La Torá nos cuenta que una de las primeras cosas que hizo Noaj fue plantar un viñedo y embriagarse con sus frutos.

«Inició Noaj – labrador de la tierra – y plantó un viñedo.  Bebió del vino y se embriagó y se desnudó en el interior de su tienda» (9:20-21).

Noaj no pudo aguantar la enormidad de la destrucción que estaba presenciando.  Quizás percibió su propio fracaso – que su pasividad lo llevó a la destrucción de una civilización entera.

La Torá cuenta que Jam, el hijo de Noaj, descubrió la desnudez de Noaj mientras que su padre estaba embriagado:

«Vio Jam – padre de Quenahan – la desnudez de su padre y se lo dijo a sus dos hermanos, afuera.  Pero Shem y Iéfet tomaron el manto y lo pusieron sobre los hombros de ambos; anduvieron hacia atrás y cubrieron la desnudez de su padre.  Vueltos sus rostros, la desnudez de su padre no vieron.  Se despertó Noaj de su vino y supo lo que le hizo su hijo, el pequeño» (9:22-24).        

Los rabinos tienen dos opiniones sobre lo que realmente pasó. 

«Rab y Shemuel (difieren), uno mantiene que él castró a Noaj, mientras que el otro dice que él se abusó sexualmente de Noaj» (Sanhedrín 70a).

De acuerdo a una autoridad, Jam violó a su padre; de acuerdo a la segunda, él castró a su padre.  Lo que estas dos opiniones tienen en común es la increíble furia de Jam hacia Noaj.  Consideremos la visión del mundo que tenía Jam:  Él estaba envuelto en una cultura de violencia, robo y libertinaje sexual.  La pasividad de su padre causó la destrucción del mundo de Jam.  Las opiniones Talmúdicas que dicen que Jam violó a su padre, o que lo castró, parecen ser una expresión de despreció por esa pasividad.  Sin embargo, los hijos de Noaj fueron salvados del diluvio, no por mérito propio, sino por el mérito de su padre.  Parecería que Noaj incluso fracasó en la educación de sus propios hijos.  La pasividad de Noaj, su desnudez, son obvias en todas sus relaciones, incluyendo la relación entre él y Jam.

Noaj vivió más de 300 años después del diluvio, engendrando hijos, presenciando el nacimiento de numerosos descendientes, incontables generaciones futuras.  ¿Qué mensaje Noaj les transmitió a sus descendientes?  Otra vez, parece que Noaj se quedó pasivo; sin nada que decir, como si el resto de su vida concluyó con esta embriaguez.

«Y toda la tierra era un solo idioma y pocas palabras.  Ocurrió que al emigrar desde el este, encontraron un valle de la tierra de Shinar y se asentaron allí.  Dijeron el uno al otro: vamos, hagamos ladrillos y cozámoslos al fuego.  Les sirvió el ladrillo por piedra y el betún por argamasa.  Dijeron: vamos, edifiquemos para nosotros una ciudad y una torre con su cúspide en los cielos y nos haremos de un nombre, no sea que nos dispersemos sobre la faz de toda la tierra.  Descendió D’os para observar la ciudad y la torre que habían construido los hijos del hombre. Dijo D’os: He aquí que son un solo pueblo y un solo idioma tienen todos y éste es el comienzo de su obra y ahora ¿no les será vedado nada de lo que se han propuesto hacer?».

En la torre de Babel, todos los pueblos del mundo estaban juntos.  Los sabios nos dicen que Noaj todavía vivía:

«Encontramos que Noaj vivió diez años después de la dispersión (que resultó de la torre de Babel)» .

Noaj todavía vivía, pero estaba en silencio.  Esta fue la tragedia de Noaj.  No sólo fue a su generación que no intentó proteger y educar, sino que sus propios hijos y nietos fueron privados de la influencia de este hombre «justo».  Nosotros sólo podemos imaginar el liderazgo que Noaj podría haber llevado a cabo, las ideas que hubiese podido compartir con las futuras generaciones, el valor y el afán religioso que él podría haber enseñado a la generación posterior al diluvio.  Pero la tradición no recuerda nada.

Aparte de Noaj, estuvo presente otro individuo prominente en la Torre.  Su nombre fue Abraham.

«Nosotros encontramos que Noaj vivió diez años después de la dispersión, Abraham tenía 48 años en el momento de la dispersión» (Seder Olam cap.1).        

Estos dos gigantes espirituales se encontraron en la Torre, en la cual – la Torá dice – todas las personas del mundo se juntaron.  Noaj no tenía nada que compartir con Abraham en ese momento, en ese lugar.  Toda la grandeza que Abraham alcanzaría, sería sin la tutela de Noaj.  Algunos comentaristas ven a este encuentro de Noaj con Abraham como un momento crítico en potencia, en la historia de la humanidad.  La Torá nos insinúa esto:

«Descendió D’os para observar la ciudad y la torre que habían construido los hijos del hombre.  Dijo D’os: He aquí que son un solo pueblo y un solo idioma tienen todos y éste es el comienzo de su obra y ahora ¿no les será vedado nada de lo que se han propuesto hacer?!» (11:5-6).

Un espíritu de unidad ha arrasado al mundo (ver comentarios de Alshej 11:1).  Noaj estaba allí con experiencia, y Abraham estaba allí con su idealismo.  El tiempo y el lugar estaban en su punto ideal para un renacimiento religioso.  Si estos líderes hubieran unido fuerzas, el mundo se hubiese elevado y salvado.  Ellos hubiesen alcanzado el cielo sin necesidad de una torre.  Pero ala, Noaj estaba en silencio.  Abraham tenía que comenzar de nuevo, solo.

Rashí se refiere exactamente a ese momento, cuando comenta el versículo: «Noaj fue un gran hombre en su generación».  Nosotros notamos la falta de simetría en el comentario de Rashí:

«Hay quienes lo explican positivamente: ciertamente si hubiese él vivido en una generación de tzadikim (personas justas) hubiese sido más justo.  Otros lo explican negativamente: si hubiese estado él en la generación de Abraham, no hubiese valido nada».

La fuente talmúdica que Rashí trae no hace mención de Abraham:

«Estas son las generaciones de Noaj: Noaj fue un hombre justo, y perfecto en su generación.  R. Iojanán dijo: En su generación, pero no en otra generación.  Resh Lakish sostenía: (Aún) en su generación – cuánto más en generación» (Sanhedrín 108a).

El Midrash también subraya la rectitud de Noaj:

«R. Iehudá y R. Nejemiá difieren.  R. Iehudá dijo: Sólo en su generación fue él un hombre recto (en comparación); si él hubiese florecido en la generación de Moshé o Shemuel, él no hubiese sido llamado justo: en la calle de los totalmente ciegos, el hombre con un solo ojo tiene claridad, y el niño es llamado erudito.  Es como un hombre que tenía una bodega, abrió un barril de vino y lo encontró hecho vinagre, abrió otro y lo encontró hecho vinagre; sin embargo, al tercero lo encontró volviéndose agrio.  «Se está volviendo», le dijeron las personas.  «Acaso, esto es mejor? – respondió él.  Similarmente, EN SU GENERACIÓN él fue un hombre justo. 

R. Nejemiá dijo: si el fue recto aún en su generación, cuánto más (si hubiese vivido) en el tiempo de Moshé» (Midrash Rabá – Génesis 30:9). 

La referencia a Moshé está entendida: Moshé tuvo éxito donde Noaj fracasó.  Moshé personificó el liderazgo – responsabilidad hasta el punto del autosacrificio. 

Pero, ¿por qué se eligió a Shemuel entre todos los profetas?  Shemuel fue el que ungió a David. Si Noaj no podía liderar como Moshé lo hizo, él tendría que haber, por lo menos, asumido un roll auxiliar y ungir a Abraham. Pero Noaj nunca se comunicó con Abraham, ni con ninguno de sus descendientes. 

Cuando Rashí interpreta el pasaje del Talmud, parece extraño que ignore los ejemplos usados tanto en este pasaje como en el Midrash, en favor de su propio ejemplo – nombrando a Abraham.  Obviamente, este sutil cambio es la manera en que Rashí nos transmite una importante enseñanza: Rashí ilustra que los dos pasajes no están en conflicto.  Los dos ejemplos que Rashí usa no son contradictorios; ambos polos son verdad y coexisten.

Si Noaj hubiese vivido en una generación más grandiosa, él hubiese sido más grandioso; y si hubiese vivido en la generación de Abraham, no hubiese tenido valor alguno.  Sin embargo, Noaj vivió en la generación de Abraham y, verdaderamente, no tuvo valor alguno.  La imagen de Noaj que quedó para la posteridad es la de un hombre recto, calmo en la faz de las aguas turbulentas, soportando una presión social increíble.  Noaj estaba solo, flotando en su arca/isla, no formando relaciones, no haciendo cambios. Solo, en silencio.                

Rab Ari Kahn

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Parashá Noaj – (Noaj). 6 Jeshván 5770 (24 de Octubre de 2009).Tres comentarios

Primer comentario – «La Esencia del Judío»
El nombre de la Parshá expresa su contenido. Sin embargo en el caso deesta porción de la Torá aparentemente encontramos una contradicción entresu nombre y lo que ella cuenta. El relato se ocupa principalmente de tristes acontecimientos como ser; las aguas que inundaron el mundo, el pecado de la generación de la Torre de Babel y su posterior castigo. En cambio su nombre, Noaj significa descanso y tranquilidad (como lo indica el Midrash). ¿Cómo es posible que la Parshá lleve este nombre cuando todo lo que en ella aparece es lo contrario al descanso y tranquilidad? Además el profeta describe a las aguas del Diluvio como Mei Noaj (aguas de Noaj), ¿acaso fueron aguas de tranquilidad y paz? ¡Fueron las que borraron todo vestigio de vida de la faz de la tierra!
Un mundo nuevo
El nombre Noaj nos revela el contenido interior que se encuentra detrás delos acontecimientos duros y arduos que se presentan. Ciertamente que elDiluvio fue un suceso contrario al descanso y la calma, pero justamente através de éste se llegó a un sosiego legítimo. El Mabul (Diluvio) purificóla tierra y estableció un mundo flamante, incomparable al existenteanteriormente. El Midrash relata que cuando Noaj salió de la Teivá (arca),vio ‘un mundo nuevo’. Hashem firmó con Noaj un pacto con ‘todas lasgeneraciones’ de no volver a traer un Diluvio ni alterar el normalfuncionamiento de la naturaleza. Es decir que finalmente fueron las aguasdel Diluvio ‘aguas de paz’.
Volviendo a la rutina
En realidad ésta es la razón profunda y el objetivo de todos los obstáculos y pruebas que la persona debe afrontar en su vida. A pesar de que supuestamente ellos son negativos y declinables ya que nos perturban en el servicio a Di-s, esconden dentro de ellos una intención positiva, ya que gracias a que el individuo los supera, logra ‘liberar’ las chispas de Divinidad encerradas en ellos (como se explica en la mística judía, que en cada elemento existente, incluso en los negativos, hay una chispa Divina que le da vida), hasta tornarlos en bien y santidad, favoreciéndolo en su servicio a Di-s. Existe una estrecha relación entre estos conceptos y los días en los que se lee Parshat Noaj. Ahora dejamos la época de las festividades de Tishrei y retornamos a la rutina. Cuando el iehudí sale de un mes pleno de festividades y santidad y penetra en los ‘grises’ días de la semana, puede verse intimidado por las ‘abundantes aguas’ que quieren inundarlo, es decir, verse arrastrado por el ‘diluvio’ de las preocupaciones por el sustento y los temas mundanos…
Lo positivo de las preocupaciones
Entonces llega Parshat Noaj y lo reconforta: “No temas ni te asustes delas abundantes aguas”. Tú puedes transformar las aguas del ‘Diluvio’ enMei Noaj ,aguas de armonía, ¿Cómo? : “Entra en la Teivá”, fue la órden deDi-s a Noaj. Rabí Israel Baal Shem Tov explica que se refiere también altérmino ‘palabra’. Es decir: ingresa a las palabras de la Torá y la Tefilá, y apégate a ellas. De esta forma no sólo te salvarás de las ‘aguas del Diluvio’, sino que ellas mismas se convertirán en Mei Noaj (aguas plácidas). Los desvelos del sustento y las preocupaciones terrenales te motivarán a elevarte espiritualmente si sabes enfrentarlas correctamente. No debemos asustarnos ante su presencia sino afrontarlos con emuná (fe) y apego a Di-s, hasta llegar a ver el bien que se encuentra dentro de ellos.
Likutei Sijot, tomo 20, pag. 285
Segundo comentario – Estamos cumpliendo nuestra misión?
«Y sobrevivio solo Noaj y todos aquellos con el en el arca» (Bereshit 7:23)
Noaj es mencionado aqui sin el acompañamiento de los ilustres titulos que la Tora le diera al comienzo de la perasha. Alli, casi como un prefijo, Tzadik y Tamim fueron adosados a su nombre.
Rab Meir Shapira de Lublin explica que Hashem le dio a Noaj 120 años para construir el arca e influenciar sobre su generacion para que hiciera teshuva (arrepienta). Sin embargo fallo en su mision y no utilizo su potencial. Y fue considerado responsable por ello.
Una persona es solo merecedora de su titulo cuando actualiza su potencial, mas carece de sentido si no se empeña en mantener ese honor. Al no cumplir con la tarea encomendada, Noaj no pudo conservar los titulos previamente ganados, por lo tanto en los versiculos posteriores fue llamado simplemente NOAJ. Cada uno de nosotros tiene su propia fuerza, habilidad o influenciasobre sus semejantes para acercarlos a la palabra divina y a las mitzvot. Leemos en Pirke Avot «Ohev et haberiot um-karvan laTora»(ama a las criaturas y las acerca a la Tora). La Mishna no dice «les enseña Tora» o «estudia con ellos Tora «, sino «los acerca a la Tora». Dentro de cada uno de nosotros se encuentra el potencial para acercar a un hermano alejado de sus raices. Y las formas de hacerlo pueden ser muy diferentes y variadas, desde invitarlo como huesped a nuestro hogar hasta apoyar y contribuir con la labor de individuos e instituciones que se ocupan de esclarecer a los menos iluminados. Por supuesto que el punto de partida de todo debe ser el constituir un ejemplo viviente de la verdad divina por medio de una conducta correcta y de buenos rasgos de caracter.
El rey David declara en Salmos 119:136: «Rios de agua derraman mis ojos por aquellos que no guardan Tu Tora» , pero nadie esta perdido.Aun una sola mitzva que uno haga cumplir a otro puede salvar un mundo entero. La Tora es llamada Etz Jaim («un arbol de vida es para los que se aferran a ella»). Sobre este versiculo el Jafetz Jaim solia relatar la parabolade un hombre que habia caido en un torrente de agua que fluia hacia rapidas y peligrosas corrientes. Mientras veia su vida rapidamente extinguirse ante sus aterrados ojos, atino a divisar de repente la pequeña rama de un arbol inclinandose desde la orilla sobre su cabeza. Con premura se aferro fuertemente de esta ramita y asi pudo salvar su vida. El Jafetz Jaim explica que a veces la adherencia a una sola mitzva puede tener la fuerza de mantenernos con vida pues el valor de su cumplimiento puede ser increiblemente grande; podria ser inclusive que fuera la causa de la llegada de esa alma a este mundo. Ademas una mitzva arrastra a otra y no hay limite para la elevacion espiritual que nuestro semejante puede alcanzar.
No olvidemos que en el Pueblo de Israel cada uno es responsable por su semejante. Desarrollemos nuestro potencial para ayudar a aquellos hermanos alejados de sus raices, a retornar a una vida de Tora y mitzvot.
(Fuentes:R- D.Goldwasser)
Tercer comentario – El pueblo unido, jamás será vencido
El «viejo orden» se había modificado ya para siempre. A partir del diluvio, la vida de la gente se fue acortando de manera tal que nadie pudiera ejercer el mando eternamente. Desde ahora, las nuevas generaciones podrían acceder al poder y derrocar a sus mayores antes de corromperse ellas mismas por el mal ejemplo al que se irían acostumbrando con el correr de largos años en que todos los seres humanos se vuelven «realistas» (corruptos). La familia de Noaj se había multiplicado y después de 300 años ya era un verdadero pueblo numeroso – el único que habitaba la tierra – todos viviendo en un solo lugar, todos hablando un solo idioma – el idioma Di-vino. Estaban gobernados por un rey: Nimrod, quien ejercía el poder en forma total. Todos, absolutamente todos, debían responder a su orden. Y era realmente popular. Sus buenas ideas contagiaban a todos los contemporáneos. Repetían sus sloganes. «La unión hace la fuerza…», «los hermanos sean unidos…», «un pueblo unido, jamás será vencido».¡Qué bárbaro, qué hermoso! Sabiendo que la violencia fue el motivo por el cual la generación del diluvio fue destruida, el «nuevo orden» de unión y fraternidad universal vaticinaban un mundo realmente mejor. Fue así que, por orden de Nimrod, se mudaron todos al valle de Shin-ar (Babilonia) y comenzaron a construir una ciudad con una gran torre que debía llegar hasta el mismísimo cielo. ¿Para qué? «…hagámonos un nombre (seamos famosos), para no dispersarnos sobre la faz de la tierra…». Estemos unidos para no dispersarnos… El versículo no nos cuenta ante quién querían hacerse famosos (no existían posibles adversarios), ni porqué era tan terrible que la gente se dispersara. Ud. se preguntará: ¿Pero… no hay piedras aptas para la construcción en Shin-ar?! No problem. Inventaron el ladrillo. Quemar lo que sea… con tal de lograr su objetivo y construir su torre. Lo cual nos da para pensar. ¿Es importante la unión entre las personas? Pues sí. ¿Por qué? Porque los individuos somos vulnerables y no podemos ayudarnos solos en caso de enfermedad, de soledad, de peligros externos. Mientras que, estando unidos, podemos hacer un frente en común para defendernos y ayudarnos mutuamente. Sin embargo, nada de eso se menciona en el caso de esta gran edificación. Es más, cuando la Torá nos relata acerca de Nimrod que era un «gran cazador delante de D»s…» (¿qué lugar del mundo no es «delante de D»s» y qué tiene que ver el hecho de ser cazador con D»s?), los Sabios ya nos aclaran que su «caza» estaba destinada a «las mentes de las personas», es decir, que sabía embaucar a la gente con sus ideas monárquicas y esas brillantes y pícaras ideas conducían a confundir a la población para causar una rebelión unificada en contra de D»s.(Rash»í) El Midrash nos describe, a su vez, cómo la gente lloraba por la pérdida de un ladrillo más que por la caída de una persona accidentada en la obra. El individuo no valía. La tecnología, sí. Lo único que valía en aquel momento era el proyecto «unido». De a poco vamos entendiendo entonces qué es lo que está sucediendo. Un rey logra cohesionar su población para que no se disperse, mediante el slogan de estar unidos y tener fama para luchar en contra de… D»s. ¡Toda la humanidad en contra de D»s! Y que esta vez no haya un disidente al mejor estilo de Noaj que pueda «encontrar gracia en los ojos de D»s», por lo tanto es importante estar bien unidos y no dispersarse. (Obviamente, solo en la mente de un idólatra, D»s puede ser considerado un «adversario») Pero Nimrod necesita explicarle a la gente de alguna manera el diluvio y eso no es tarea fácil, pues está en el conciente colectivo de la población. Es más. El propio Noaj y su hijo Shem, testigos oculares del diluvio estaban vivos. ¿Cómo quitar de la gente la lección moral de lo que esto representaba? A tal fin, la «ciencia» hizo lo suyo. Era cuestión de explicar el diluvio en términos racionales y científicos. «Una vez, en cada 1656 años los cielos ceden a la presión del agua acumulada… hagamos soportes al cielo» – decían algunos. Otras teorías anunciaban que desde la torre se podría «abrir los cielos para causar la lluvia» cuando fuese necesario – más garantía que simplemente rezarle a D»s. Seducción a algunos, e intimidación al disidente. Dado que nosotros observamos y estudiamos este evento desde tan lejos, nos cuesta entender que los contemporáneos de Nimrod estuviesen dispuestos a ser engañados con tanta facilidad. Sin embargo, sépalo, querido lector, que la gente tiene esa tendencia. «Para qué pensar yo mismo, si lo puede hacer otro por mí, sin que yo me gaste el cerebro» – es una actitud muy difundida. Al mismo tiempo, se requiere un alto grado de voluntad para ser el único que se opone a los sloganes que están de moda… Para el ciudadano promedio, el facilismo es «seguir la manada» sin cuestionar. Uno ya tiene tantos problemas en la cabeza, que ya no queda lugar para pensar y pelearse con «todo el mundo»…Sólo se opuso una persona. Avraham. Y se «jugó la vida» por sus creencias. De aquel Avraham, salimos nosotros, los judíos… a pesar que a menudo pareciera ser que nos queremos olvidar nuestra condición pensante para mimetizarnos más en nuestro entorno. El resto de sus congéneres contemporáneos perdió nuevamente una oportunidad de crear su vínculo próximo con D»s. La unión hubiese sido buena, si los ideales los hubiesen sido. Como no lo fueron, el castigo fue el obvio. La gran dispersión. Nunca más habrá unión entre los seres humanos, hasta que entiendan que hay un Verdadero Monarca, D»s, sobre todos ellos, que no es un adversario de la humanidad. Entonces podrán gozar nuevamente de un mismo idioma y ser una sola humanidad.
Daniel Oppenheimer

Parashá Noaj – (Noaj). 6 Jeshván 5770 (24 de Octubre de 2009)

 

Resumen de la Parashá

La parashá de esta semana nos relata sobre la personalidad de Nóaj, quien era un hombre justo, un tzadik, dentro de una generación de malvados.El Todopoderoso observó que el mundo estaba inmerso en un estado de gran perversidad y por ello decidió destruir a todos sus habitantes, excepto Nóaj (el único hombre recto de su generación) y su familia, y la destrucción la llevaría a cabo mediante un diluvio. Así el Eterno le informó a Nóaj y le ordenó construir un arca de tres pisos, donde él y su familia habitarían durante el tiempo que durara el diluvio.

Nóaj hizo caso a las instrucciones de Hashem, construyendo el arca y al finalizarla su mujer y sus hijos Shem, Jam y Iafet y sus respectivas esposas, entraron al arca. Junto a ellos, Nóaj llevó siete parejas de las diferentes especies de animales y aves. Asimismo, almacenaron alimentos para todos, suficientes para el tiempo en que habitarían en el arca. El día 17 del segundo mes comenzaron a caer poderosas lluvias sobre el Mundo y también surgieron aguas desde el interior de la Tierra, arrasando todo lo existente sobre su faz, como a todos los seres vivientes, ahogándolos. Las aguas cubrieron toda la tierra, incluso las cimas de las más altas montañas Este diluvio duró cuarenta días. Luego de transcurridos seis meses, las aguas descendieron y el arca quedó asentada sobre el monte Ararat. Después de otros tres meses, Nóaj envió a un cuervo para que comprobara si la tierra estaba seca. El cuervo voló de un lado a otro y las aguas no habían descendido. Pasado siete días, Nóaj envió una paloma y ésta volvió al no encontrar lugar seco donde posar. Siete días más tarde volvió a enviarla y ésta volvió con una hoja de olivo, lo que indicó que las aguas estaban bajando. Al cabo de otros siete días, Nóaj nuevamente envió a la paloma, y en esta oportunidad no volvió, lo que señaló que la tierra había comenzado a secarse.

Entonces, el Eterno indicó a Nóaj salir del arca con su familia y todos los animales y aves. Nóaj ofrece sacrificios al Todopoderoso usando los animales del Arca que tenía reservados con ese propósito. Hashem prometió no volver a destruir el mundo por medio de un diluvio, signándolo como pacto por medio del arco iris.

A Nóaj se le permite comer carne, cosa prohibida para Adam. Hashem nos da las siete leyes universales, las llamadas Leyes de Nóaj que son:

– Creer en Hashem.

– No matar.

– La prohibición de adorar ídolos.

– Las distintas categorías de relaciones sexuales prohibidas.

– No comer carne de un animal vivo.

– La obligación de instituir un Código Legal.

– No robar.

El clima cambia y es establecido tal como lo conocemos hoy en día. Nóaj planta una viña y se embriaga con su producto, Jam ,uno de sus hijos se ríe al ver el estado en el que se encuentra su padre, desnudo y borracho, sin embargo, Shem y Iafet sus otros hijos, le tapan y le dan la espalda para no verle desnudo y así no faltarle al respeto. A causa de este incidente cae sobre Jam la maldición de que sus hijos serán esclavos para siempre.

Nuevamente fue creciendo la humanidad y también volvieron las conductas perversas. Las diferentes naciones que formaban parte de la Tierra hablaban un solo idioma, y decidieron construir una ciudad con una torre que llegaría hasta el cielo para también habitar allí, y llamaron a la ciudad Babel. Pero el Todopoderoso, ante esa actitud de la gente, los confundió mezclándoles los idiomas.

Después de la generación de Nóaj, le sucedieron diez generaciones hasta Abraham, quien entendió que Hashem era único, y así despreció todo tipo de idolatría.