Parashá Shavua: Vayakhel ( Y reunió) – Pekudé (Recuento). Shabat Hajodesh. 27 Adar 5773 (9 Marzo 201).PARASHÁ HAHODESH

HODESHLa cuarta y última de las parashot especiales que se deben leer en el mes de Adar es parashat Hajódesh, y es por eso que no se leerá la haftará semanal sino la haftará correspondiente a shabat Hajódesh, que ha sido seleccionada del libro del profeta Iejezkel.

En parashat hajódesh se lee acerca del sacrificio de Pesaj que debieron comer los hijos de Israel en la tierra de Egipto y en nuestra haftará leeremos un tema parecido a ese.

En los capítulos anteriores de su libro, el profeta Iejezkel nos había descripto con lujo de detalles cómo será el tercer y definitivo Templo de Jerusalem, y en los capítulos 45 y 46 nos describe cómo serán efectuadas algunas de las ofrendas y los sacrificios a través del «nasí» (príncipe, representante, dirigente).

Respecto de la identidad de este nasí hay distintas opiniones: algunos comentaristas sostienen que el nasí es el Cohén Gadol (Sumo Sacerdote) que dirigirá todo el servicio a D’os en el tercer Templo, mientras que otros comentaristas opinan que es el Mélej Hamashíaj (el Mesías).

Dice el texto al final de nuestra haftará (de acuerdo a la costumbre de los judíos ashkenazitas):

«Así ha dicho D’os: Cuando le dé el nasí un regalo a alguno de sus hijos, es su herencia, para sus hijos será, su posesión es como herencia» (46:16).

Sin embargo, encontramos que D’os advierte cómo deberá ser el comportamiento del nasí en lo que a rectitud se refiere:

«Y no tomará el nasí de la propiedad del pueblo robándole sus posesiones, de su posesión hará heredar a sus hijos, para que no se disperse Mi pueblo, cada hombre de su posesión» (46:18).

Esta advertencia, a pesar de encerrar una lógica y una justicia indiscutible, necesita ser estudiada en profundidad, pues ¿cómo puede ser que exista la necesidad de advertirle al nasí (el Cohén Gadol o el Mashíaj) que no debe robarle al pueblo?!

En su comentario a las haftarot llamado «Kol Tzofáij», nos explica el Rav Jaim Efráim Zaitchik que no es inusual encontrar en la Torá advertencias de esta índole a personajes bíblicos inigualables. Por ejemplo, nosotros encontramos que respecto de Iehoshúa Bin Nun, el sucesor de Moshé Rabenu en la conducción del pueblo de Israel, y de Elazar, el hijo de Aharón Hacohén quien le sucedió en el puesto, dice la Torá:

«Estos son los nombres de los hombres que van a hacer que ustedes hereden la tierra: Elazar el sacerdote e Iehoshúa Bin Nun» (Bamidvar -Números- 34:17).

Rashí (Rabí Shelomó Itzjaki 1040 – 1105) comentando ese versículo nos recuerda las palabras de Nuestros Sabios en el Talmud:

«Cada jefe es el representante de su tribu y reparte la heredad que le corresponde a su tribu de acuerdo a las familias y a los hombres que la componen, y designa para cada uno una parte buena, y lo que ellos hacen, que sea hecho como si lo hubieran hecho los representantes…» (Kidushín 42b).

¿Por qué es que era necesario aclarar que lo que hicieran los jefes de las tribus al ejercer el rol de representantes de los individuos de sus tribus, era como si lo hubieran hecho los representantes de las tribus? Eso estaba claro! Es una redundancia!

Nos explica nuestro autor que la respuesta es que el ser humano al comienzo, efectivamente, se siente un simple representante sin poder alguno, sin embargo su naturaleza es que de a poco, lentamente, en lugar de sentirse un simple representante, pasa a sentirse el jefe y el dueño de la cosa.

Otro ejemplo lo encontramos respecto del mismo Moshé Rabenu del cual la Torá atestiguó que no había otro hombre tan humilde como él sobre la faz de la tierra:

«Habló D’os a Moshé y le dijo a él: Yo soy D’os» (Shemot -Éxodo- 6:2).

Los Baalé Hatosafot en el libro «Daat Zekenim» se formulan la siguiente pregunta respecto del entendimiento de ese versículo:

«¿Qué significa ‘Yo soy D’os’? [¿Cuál fue la intención de D’os al recordarle ese dato tan obvio a Moshé?]. Es como que D’os le quiso decir: A pesar de que te he dicho: ‘…Mira te he puesto como elohim («dios», rector, líder) sobre el Faraón…’ (Shemot -Éxodo- 7:1), tú sólo eres elohim sobre el Faraón pero Yo soy D’os también sobre ti».

Otra vez nos encontramos ante la misma dificultad interpretativa. ¿Es que acaso Moshé dudó por un instante que D’os había dejado de estar por encima de él, sólo porque Él le asignó cumplir una misión tan importante ante el Faraón?

La respuesta es clara. Aunque Moshé Rabenu no pensó eso ni por un segundo, D’os que es el Creador de todos los hombres – hasta de los más elevados – sabe que dentro del ser humano, con el correr del tiempo, existe esa naturaleza de tender a sentirse el dueño de la casa más que un huésped, y es por eso que decidió recordarle esto a Moshé, el más grande de todos los profetas.

Y ahora que hemos comprendido este importante concepto – dice el Rav Zaitchik – fácilmente podremos comprender por qué D’os le advierte al nasí: «Y no tomará el nasí de la propiedad del pueblo robándole sus posesiones, de su posesión hará heredar a sus hijos, para que no se disperse Mi pueblo cada hombre de su posesión»(46:18), pues incluso un hombre de su talla, corre el riesgo de sentir en algún momento que a él le pertenece lo que en realidad le pertenece al pueblo.

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Parashá Tazría (Concibiere). Shabat Hajodesh. Shabat 27 de Adar II 5771 (2 de Abril 2011).

SHABAT HAJODESH: La cuenta del tiempo.
Este Shabat lleva por nombre Shabat Hajodesh, el Shabat del mes. Este es el cuarto Shabat especial que media entre las festividades de Purim y Pesaj y es siempre el anterior al comienzo del mes de Nisan. El sábado por la mañana leeremos dos Sifrei Torá, del primero la parasha de la semana y del segundo el primer cómputo de los meses que realizó el pueblo judío como preparación para el éxodo de Egipto y su conformación como pueblo. Es interesante que justo antes del comienzo del mes de Nisan recordemos el cómputo de los meses. De acuerdo al comentario tradicional de Seforno (Italia s. XV) en Egipto el tiempo no les pertenecía y estaba gobernado por sus opresores, una vez conseguida la libertad, la cuenta de los meses fue dada al pueblo de Israel y libremente podrían fijar sus festividades. Esta mitzva del cómputo de los meses es la primera que se le da al pueblo luego de la salida de Egipto. Como es sabido, los Egipcios fueron los primeros en desarrollar un calendario basado en el sol y no en la luna como se hacia en la antigüedad. El cómputo de los días estaba asociado en Egipto al crecimiento del río Nilo y la inundación de los campos. Ya que la confección de este calendario era considerado un gran logro para la civilización Egipcia, lo que pide la Tora al pueblo judío en esta sección es abandonar todos los aspectos de aquella gran civilización construyendo su propia identidad y manejando sus propios tiempos.
El mes de Nisan constituye una preparación para Pesaj. Comenzamos a invitar familia y amigos a nuestro Seder, buscamos nuestras Hagadot, compramos vino, matza y todo lo necesario para la festividad. Pero nuestra preparación no estaría completa si no dejamos un tiempo especial dentro del tiempo. El tiempo de Pesaj no puede ser igual al tiempo del resto del año. Requiere una preparación especial en los distintos ámbitos de nuestra vida. Así como el pueblo judío comenzó a contar su propio tiempo, de la misma forma la festividad de Pesaj nos invita a valorar el nuestro de acuerdo a los ciclos de nuestra vida. Que el mes de Nisan sea entonces para nosotros un llamado a la preparación de Pesaj no solo en el plano físico sino por sobre en el espiritual dejando tiempos que sean importantes y significativos para cada uno de nosotros.
Temas de la Parashá Vaikrá (Levítico) 12:1 – 15:33
Nuestra parashá habla sobre los siguientes temas:
Primera aliá (12:1 – 13:23): Leyes de la parturienta. Algunas leyes relacionadas con la tzaráat de las personas.
Segunda aliá (13:24-39): Otras leyes relacionadas con la tzaráat de las personas.
Tercera aliá (13:40-54): Más leyes relacionadas con la tzaráat de las personas. Leyes relativas a la tzaráat de las ropas.
Cuarta aliá (13:55 – 14:20): Otras leyes relativas a la tzaráat de las ropas. La purificación del metzorá.
Quinta aliá (14:21-32): La purificación del metzorá pobre.
Sexta aliá (14:33 – 15:15): Las leyes de la tzaráat de las casas. Algunas leyes relativas a la impureza de las personas.
Séptima aliá (15:16-33): Otras leyes relativas a diversas impurezas del hombre y de la mujer.
Estudiando 2 pesukim (versículos) sobresalientes
Tazría 12,2 «Cuando una mujer concibiere y diere a luz a un varón» (12:2)
PREGUNTA: Parshat Shemini concluye con el tema de la comida kasher y la no kasher. ¿Cuál es la conexión entre el fin de Parshat Shemini y el comienzo de Tazría, que estudia el nacimiento de un niño?
RESPUESTA: La Torá está enseñando que la obligación de los padres hacia el niño no comienza después de su nacimiento, sino mientras todavía está en el vientre de la madre. La madre embarazada tiene que tener mucho cuidado de lo que come, pues esto puede tener un efecto negativo o positivo sobre el niño, dependiendo de si la comida es o no kasher. En la Guemará (Iomá 82 b) está la historia de una mujer embarazada que venció su deseo de comer en Iom Kipur y posteriormente dio a luz al gran sabio Rabí Iojanan. Otra mujer embarazada que se rehusó a vencer su deseo, dio a luz a un rashá (malvado) que fue conocido como «Shabbatai Otzar Perot» (el acaparador de provisiones [para especular]). El último versículo de Shemini, que resume las leyes referentes a la comida kasher y no kasher, alude a lo anterior. En hebreo, una mujer que da a luz es conocida como «jaiá». Así, la Torá nos dice: «lehavdil bein hatamé uvein hataor» -«para distinguir entre el (niño) puro y, Di-s no permita, el (niño) contaminado» -es contingente sobre «uvein hajaiá hamejelet» -«la distinción entre una «jaiá» -una madre que fue negligente durante el embarazo en la observancia del kashrut -«uvein hajaiá asher lo tejeil» -una madre que fue cuidadosa de no comer comida cuyo kashrut es cuestionable» (11:47)
Tazría 12,3 «En el octavo día la carne de su prepucio será circuncidada» (12:3)
PREGUNTA: En el brit es costumbre que todos los presentes proclamen: «Así como él ha entrado al pacto, así entre a la Torá, el matrimonio y los buenos actos». ¿Por qué asociamos estas tres cosas con el brit?
RESPUESTA: La circuncisión hecha en el brit es permanente. Una vez que se ha efectuado, no puede ser cambiada de ninguna manera. Aquellos presentes pronuncian una bendición triple y oran por el niño. Primero, así como el brit es permanente, del mismo modo su conexión con la Torá sea para siempre. Segundo, que la persona que despose sea su compañera de por vida. La tercera y final bendición es que a través de su vida esté llevando a cabo constantemente buenos actos. Alternativamente, la primera mitzvá en la cual el niño es involucrado es un brit. Debido a su corta edad, sus padres tienen un rol activo en planificarlo y prepararlo. Cuando viene al judaísmo, muchos padres tienen la tendencia a decir «Cuando nuestro hijo crezca, tomará sus propias decisiones». Por lo tanto, todos los presentes en el brit llaman la atención a los padres «Keshein shenijnas labrit»-así como en el brit los padres están activamente involucrados -«ken ikanes leTorá ulejupá ulemaasim tovim»-así también, cuando el hijo llegue a la edad del estudio de la Torá, el matrimonio y los buenos actos, los padres estén activamente involucrados en todas sus decisiones