Jag Sameaj חג שמח

Tizcú LeShanim Rabot

Sea Tu voluntad, D. nuestro Señor y Señor de nuestros padres, que tal y como hemos sido merecedores de sentarnos en nuestras sucot, asi merezcamos tambien sentarnos el próximo año en la Sucá construida con la piel del Leviatan. ¡LeShaná Habaá Birushalaim! ¡El próximo año en Jerusalem! Amen.
¡¡Tizcú LeShanim Rabot!!

Sheminí Atzéret – Simjat Torá (IV):El octavo día de Sucot – Una Festividad separada

Durante los siete días de Sucot los judíos ofrendaban sacrificios de modo que las setenta naciones del mundo fueran bendecidas. Quejándose al Todopoderoso de que sus esfuerzos no eran apreciados por los gentiles, a los judíos fue dicho por el Todopoderoso: «Yo os daré a vosotros un Iom Tov adicional, Sheminí Atzeret, en el octavo día de Sucot, en el cual vosotros ofrendaréis sólo vuestros propios sacrificios.»
Los sacrificios musaf de Sheminí Atzeret consisten de meramente un buey, un carnero, siete corderos (junto con sus acompañantes menajot y nesajim), y un macho cabrío para una ofrenda jatat. ¿Por qué es este musaf menos elaborado que aquellos de Sucot?
La respuesta es ilustrada por la siguiente parábola:

Por siete días el rey dio un gran banquete público, disfrutado por todos sus súbditos. Cuando terminó, el soberano llamó a su amigo y solicitó, «¡Por favor no partáis! Yo hice mi deber hacia el público, pero os solicito quedaros conmigo otro día. Nosotros comeremos juntos mañana, sólo nosotros dos. Ordenaré que algún plato sencillo sea servido, algo de carne, pescado, o verduras. No me importa qué tenemos para comer, mientras estemos juntos.

Similarmente, las ofrendas de Sheminí Atzeret son traídas solamente en pro de los judíos, y no por las setenta naciones, como era el caso en Sucot. Sheminí Atzeret es el día cuando Hashem, por así decir, se encuentra con Kelal Israel privadamente; por consiguiente, sus sacrificios son más pequeños que aquellos de Sucot.

¿Cuál es el significado del nombre «Sheminí Atzeret» (La retención en el Octavo Día)?

1. Como fue explicado arriba, el Todopoderoso retiene a los judíos de abandonar el Beit Hamikdash durante la festividad.
2. Hashem nos restringe de realizar labor. Trabajar está prohibido en Sheminí Atzeret, al igual que en los otros días de Iom Tov.
3. Como en las otras festividades, es una mitzvá estar en Ierushalaim durante la noche siguiente a las ofrendas de Sheminí Atzeret. El nombre Shemini Atzeret así sugiere que los judíos son detenidos en el Beit Hamikdash durante la noche.

Realmente, Hashem tenía intención de que la Festividad de Shimini Atzeret comenzara cincuenta días después de Sucot, al igual que Shavuot ocurre cincuenta días después de Pesaj. El declinó hacer así no sea que nosotros seamos incomodados. Esto es clarificado por la siguiente historia:

Un emperador oriental escogió dos novias para sí, una de la capital donde él residía, y la otra de un país distante. A la novia local él anunció, «Nosotros celebraremos nuestra fiesta de compromiso ahora y nuestra boda en tres meses.» El informó a la novia del país lejano,»Es demasiado difícil para mí viajar dos veces a vuestra ciudad natal. Nosotros celebraremos nuestro compromiso y boda juntos.»

Así en primavera, cuando el tiempo es suave y agradable, y a las personas no les importa estar en el camino, Hashem dio al pueblo judío dos Iamim Tovim – Pesaj y Shavuot – cuando ellos están obligados a hacer una peregrinación al Beit Hamikdash.
No obstante, El no deseó incomodarnos, y por tanto ordenó que la festividad de Sheminí Atzeret siguiera inmediatamente a Sucot, eximiéndonos con eso de un viaje extra a Ierushalaim durante la fría y lluviosa estación.

Hashem planeaba dar al pueblo judío un Iom Tov en cada mes del verano, pero debido a nuestros pecados, nosotros perdimos el privilegio.

En el mes de Nisán, Hashem nos dio Pesaj; en Iyar, Pesaj Katán (El Pesaj Menor); en Siván, Shavuot. El también quería que nosotros tuviéramos festivales en Tamuz, Av, y Elul, pero porque nosotros pecamos fuimos indignos de ellos. Di-s nos recompensó con tres festividades sustitutas en el mes de Tishrei – Rosh HaShaná, Iom Kipur, y Sucot (mientras Sheminí Atzeret es el Iom Tov para el mes de Tishrei en sí mismo).

Hashem proclama, «Cuando las naciones gentiles tienen días de fiesta, ellos abusan. Comen en exceso, beben hasta emborracharse, se vuelven frívolos y beligerantes, y generalmente actúan de modo que Me son odiosos.
«Al pueblo judío, sin embargo, Yo puedo dar un Iom Tov adicional sin incertidumbres. Ellos comen y beben comidas festivas de Iom Tov de buen ánimo, a fin de cumplir la mitzvá. Luego ellos entran a sus Batei Kenesiot y Batei Midrashot, recitan tefilot adicionales, y (en el tiempo del Beit Hamikdash) ofrendan sacrificio extra para Mí.»

http://www.tora.org.ar/

Sheminí Atzéret – Simjat Torá (III): Leyes y rezos

1. SHEMINI AZERET es una fiesta de YOM TOV que a pesar de estar ligada con SUCOT es independiente de ésta. Por lo tanto, en el KIDUSH de la noche se dice SHEHEHEYANU.

2. En SHEMINI AZERET (en la Diáspora) sigue la obligación de comer en la SUCA, sin decir la BERAJA de LESHEV BASUCA. El segundo día de SHEMINI AZERET que es SIMHAT TORA, se entra a la casa para comer.

3. Concluido el primer día de SHEMINI AZERET al anochecer, puede transportar las mesas y sillas de la SUCA a la casa; no se permite hacerlo antes del anochecer ya que es prohibido preparar el primer día de YOM TOV para el segundo.

4.El primer día de SHEMINI AZERET después de la HAFTARA se dice la oración de TIKUN HAGUESHEM en que se pide a D-s, que nos envíe lluvias de bendición. A partir del MUSAF de SHEIMINI AZERET y de allí en adelante en todas las AMIDOT que siguen, se reemplaza MORID HATAL por MASHIV HARUAH UMORID HAGUESHEM, hasta el primer día de PESAH.

5. Una persona que dice en su casa la TEFILA de SHEMINI AZERET no puede decir en el MUSAF MASHIV HARUAH UMORID HAGUESHEM antes que el HAZAN de la sinagoga lo proclame en el TIKUN HAGUESHEM. Por tal razón, tendrá que esperar hasta estar seguro que el HAZAN ya acabó el TIKUN HAGUESHEM.

Las tefilot de Shemini Azeret

Arbit de Shemini Azeret

1. Se empieza con el Salmo LAMNASEAH AL HASHEMINIT (12), se dice medio KADISH y se sigue con el ARBIT de noche de YO.M TOV como en SUCOT, con la diferencia de que se dice en la AMIDA: BEYOM SHEMINI HAG HAAZERET HAZE, BEYOM TOV MIKRA KODESH HAZE. Después de la AMIDA se dice medio KADISH, SAMAHTI(122), KADISH YEHE SHELAMA RABA, BAREJU, ALENU LESHABEAJ, YIGDAL.

2. Se dice KIDUSH en la mesa con SHEHEHEYANU.

Shahrit de shemini azeret

l. Se dice SHAHRIT como en SUCOT con HALEL LIGMOR, seguido de KADISH TITKABAL. Se sacan 2 SIFRE TORA. En el primero se lee la Perasha de KOL HABEJOR (Devarim, Ree, 15:19-final) con 5 personas, Si cae en Shabat se añade el trozo de Perasha anterior ASER TEASER (Devarim, Ree, 14:22-final) y se llaman a 7 personas. Al segundo Sefer Torá llaman al MAFTIR y se lee la PERASHA de BAYOM HASHEMINI (Bamidbar, Pinhas, 29:32-final). Después de la lectura de cada Sefer Torá, se dice medio KADISH.

La HAFTARA es VAYHI KEJALOT SHELOMO(Reyes, I, 8:54-final).
Después de la HAFTARA se dice TIKUN HAGUESHEM, MASHIV HARUAH UMORID HAGUESHEM, ASHRE, YEHI A., MIZMOR LEDAVID al acompañar el Sefer Torá al Hejal, medio KADISH MUSAF (como en los demás MOADIM, solo que se empieza a decir MASHIV HARUAH) KADISH TITKABAL, EN KELOKENU, PITUM HAKETORET, TANA DEBE ELIYAHU, KADISH Al YISRAEL, BAREJU, ALENU LESHABEAH.

LA MINHA es la misma que en los demás YAMIM TOVIM,

Simhat Tora

1. El segundo día de SHEMINI AZERET se llama SIMHAT TORA. A partir de la noche ya no se debe comer en la SUCA.

2. No se debe aprovechar de los comestibles colgados en la SUCA como adornos, hasta después de SIMHAT TORA.

3. Siendo que en SIMHAT TORA completamos la lectura de la TORA, es MIZVA alegrarse en ese día en honor de la TORA; sin embargo, hay que cuidarse de no mezclar esa alegría con ligerezas o risas profanas, sino conservar una intención pura.

4. Después de ARBIT en la noche de SIMHAT TORA, se secan en la Sinagoga todos los SIFRE TORA y se instalan sobre la TEVA y todo el KAHAL rodea 7 veces la TEVA con cantos y bailes, rogando a D-s e invocando el mérito de nuestros 7 patriarcas: ABRAHAM, ISAAC, YAACOB, MOSHE, AHARON, YOSEF, ,DAVID y SHELOMO).

5. Durante el día se repiten estas 7 HAKAFOT.

6. Los que fueron escogidos HATANIM (novios) de la TORA acostumbran invitar a su casa a sus conocidos y amigos, para festejar el acontecimiento.

7. En el KIDUSH de la noche de SIMHAT TORA se dice también SHEHEHEYANU.

Tefilot de Simhat Tora

1. En ARBIT se dice el mismo Salmo que la primera noche de SHEMINI AZERET.

2. La TEFILA de SHAHRIT es la misma. que la de¡ día anterior de SHEMINI AZERET. Después de HALEL, se sacan 3 SIFRE TORA. En el primero se lee la Perasha VEZOT HABERAJA, hasta MEONA. De ULASHER AMAR hasta MEONA llaman a todos, grandes y chicos, después llaman al HATAN MEONA a quien leen MEONA E. KEDEM hasta BAMOTEMO TIDROJ. Luego llaman al HATAN MESAYEM (novio que acaba la TORA) a quien leen toda la PERASHA desde el principio de VEZOT HABERAJA hasta el final, no se dice KADISH sino que inmediatamente llaman al HATAN MATHIL (novio que empieza de nuevo la TORA) a quien leen en el segundo SEFER TORA desde el principio de BERESHIT hasta ASHER BARA E. LAASOT. Dicen entonces medio KADISH y llaman al MAFTIR a quien leen en el tercer SEFER TORA el trozo de UVAYOM HASHEMINI(Bamidbar, Pinjas, 29:32-final). De nuevo se dice medio KADISH y la HAFTARA de AHARE MOT MOSHE (Yehoshua I) sigue la TEFILA con el MUSAF como el día anterior de SHEMINI AZERET.

(selección extraída del libro «La Práctica del Judaísmo», por Nissim Behar © Centro Educ. Ohr-Hachaim)

Sheminí Atzéret – Simjat Torá (II):Simjat Torá y la cadena ininterrumpida

Cuando Moshé bajó del Monte Sinaí con las Tablas de la Ley y vio que el pueblo durante su ausencia erigió un becerro de oro, inmediatamente las soltó de sus manos y éstas se quebraron. Moshé demostró así su indignación por lo que estaban haciendo.

Nuevamente Moshé escucho la voz Divina que le ordenaba subir al monte para recibir las tablas por segunda vez, y sucedió en el primer día del mes de Elul. Moshé tallo nuevas tablas y al culminar bajó del monte, 40 días después, en Yom Kipur. El pueblo de Israel recibió por fin el Decálogo.

Cinco días después de Yom Kipur celebramos la fiesta de Sucot por 7 días, y en el octavo día la Torá nos ordena celebrar una nueva fiesta, Azeret, o como es conocida: Shmini Atzeret. En la tierra de Israel, en esta fiesta se culmina el ciclo de la lectura de la Torá con la parasha Ve zot habraja y comenzamos un nuevo con la parasha Bereshit; en la diáspora el segundo día de Yom Tov se celebra la fiesta de Simjat Torá (la alegría (con) de la Torá).

Buscando un camino

Nuestra generación es una generación de tablas rotas: busca diversos caminos y senderos, busca vivencias espirituales y materiales para darse cuenta al final que, «tallando tablas nuevas» como las primeras, reencuentra las fuentes originales del judaísmo asegurando su supervivencia y continuidad.

En el judaísmo ocurre lo contrario que en los demás pueblos. Cuando hablamos del pasado, en otras culturas significa regresión, atraso, barbarie y paganismo. Sin embargo cuando nosotros los judíos hablamos de nuestro pasado, retornamos a la cuna de nuestra nacionalidad, a los fundamentos de la fe monoteísta, a la pureza del patriarca Abraham, al espíritu de sacrificio del patriarca Itzjak y a la raíz de toda nuestra ascendencia, el patriarca Yaacov.

Nuestra raíz y nuestras fuentes son inmejorables. El Talmud afirma que a una persona, cuando quiere derribar un árbol, no le conviene comenzar por las ramas ya que malgastará tiempo y esfuerzos, y lo mejor que puede hacer es cortar sus raíces y de esta forma el árbol más robusto caerá. Por el contrario, para preservar la lozanía y la subsistencia tenemos que abonar las raíces, y de la misma forma, aferrándose a éstas, la fuente vital que nutre al tronco conservará las ramas. El árbol del pueblo judío con raíces fuertes se puede mantener firme y nada podrá abatirlo.

Nuestra generación, si logra mantenerse sujeta por la tradición, las leyes y los mandamientos, y al mismo tiempo aferrada a sus raíces, no perderá su equilibrio. Nuestra vida esta apegada desde arriba por la Torá y no puede separarse de ella. Es significativo por ello que Moshé recibió las primeras Tablas de la Ley en el mes de Siván, cuyo símbolo son los gemelos: la Torá y el pueblo de Israel son como gemelos, siameses, indivisibles y unidos por toda la vida.

Una cadena ininterrumpida

En el Monte Sinaí el pueblo de Israel comenzó una cadena con eslabones unidos que no se han separado hasta el día de hoy. La misma Torá que recibimos en Sinái ha pasado de la boca del maestro al alumno, y cuando este alumno con el tiempo se convirtió en un maestro se la pasó a otro alumno, generando de este modo que la entrega de la Torá sucede hasta el día de hoy, creando así la «cadena de la transmisión de la Torá».

Escuchar la señal es unir nuestro eslabón a la cadena

La primera Mishna en el tratado de Avot nos enseña: «Moshé recibió la Torá (en) de Sinaí y se la entrego a Yehoshua, y Yehoshua a los ancianos, y los ancianos a los profetas, y los profetas a los Varones de la Gran Asamblea.»

El Maharal de Praga, el famoso autor del golem, pregunta en su comentario al tratado de Avot: ¿por qué la mishná dice que Moshé recibió la Torá de Sinái y no de Di-s?. Responde el Maharal: que aprendemos de aquí que esta entrega no fue espontánea como lo vemos en los profetas de los pueblos, que recibían profecías y visiones en distintos lugares y tiempos ya que a Moshé Di-s le designo un tiempo y un lugar físico para la entrega de la Torá y no fue algo casual. Explica el Maharal: «aquel que recibe, recibe del que entrega y que tiene la intención de entregarle y entonces le fija un lugar para la entrega. Por lo tanto no hay acá una recepción casual del todo». El pueblo entero que salió de Egipto vio, escuchó y experimento este gran evento, la entrega de la Torá en el monte de Sinái a Moshe por Di-s.

Relata el Talmud: Todos los días se eleva una voz celestial del Monte Jorev (Sinái) y se lamenta diciendo: ¡Ay de los que denigran a la Torá!» Un comentarista interpretó esto en el sentido de que la voz celestial tiene similitud con una transmisión de radio 24 horas al día, pero solo los que sintonizan correctamente pueden escuchar esta voz. Si no prendemos la radio y la sintonizamos en la onda correcta, difícilmente oiremos la señal. Lo mismo ocurre con el monte de Sinái: constantemente nos está mandando una señal a nuestra conciencia, pero solo los que sintonizan están en condiciones de recibirla.

Se cuenta de un estudiante hindú que estaba paseando por la bulliciosa Quinta Avenida en Nueva York. El estudiante de pronto se detuvo, levanto su cabeza y escucho los trinos de un pájaro que estaba en una jaula en una ventana, 20 pisos sobre él. Un acompañante le pregunto: por qué se detuvo y le contesto el hindú que había escuchado el bello trino que provenía desde lo alto. El acompañante incrédulo le dijo que esto era imposible y siguieron caminando. Unos minutos después el hindú sacó de su bolsillo una moneda de un dólar y la tiró a la calle. Inmediatamente se abalanzaron sobre la moneda decenas de personas pugnando para apropiarse de ella. Viendo esto el acompañante, la respuesta estaba implícita: cada persona escucha el sonido que le interesa de acuerdo a lo que lleva dentro de sí.

Que bien se ajusta este relato a lo que experimentamos hoy en día. Nuestra generación seguramente recogió el mensaje materialista de la moneda, y no podemos negar el crecimiento del materialismo en nuestra época, pero también hay otros que sintonizan y escuchan el mensaje eterno de Sinái, el mensaje de la Torá que los une con los eslabones del pasado y con las raíces de su árbol.

Esto es algo que deben entender todas las instituciones comunitarias, los establecimientos de educación judía, y todos aquellos que predican la lucha por la supervivencia del judaísmo y la lucha en contra de la asimilación. Solo estas voces espirituales pueden influir en la regeneración de nuestra generación que es el próximo eslabón de la cadena. No permitamos que el auto holocausto interno que nos está amenazando continúe destrozando este lazo ancestral.

Existe una bella homilía que explica por qué el Todopoderoso entrego la Torá al pueblo de Israel. Cuando una persona tiene una cámara de tesoros que puede abrir solo con una llave diminuta, si pierde la llave, no puede disponer de sus caudales. Una solución para no perder la llave es atarla al extremo de una larga cadena. Si la llave cae, su dueño no tendrá dificultad para encontrarla: la tirará hacia él y la llave estará en sus manos. Siendo que el pueblo de Israel es una nación minúscula, diseminada por el mundo, El Eterno ha tomado los recaudos necesarios para que no nos perdamos, y nos ha ligado con una «cadena de oro» imperecedera, la Torá. Donde vallamos y en donde estemos como individuos o comunidades la Torá nos cuidará de que no nos perdamos.

Gracias a la «cadena eterna» puede conservarse la llave para abrir a los tesoros, las riquezas espirituales inconmensurables que tiene el judaísmo.

Que el árbol de Israel fructifique y crezca eternamente.

Sheminí Atzéret – Simjat Torá (I): Sheminí Atzéret, una Fiesta Singular


Al referirse a la festividad de Sucot, dice la Torá: «Y en el día quince del séptimo mes, festividad sagrada será para vosotros, ninguna labor habréis de hacer; y celebraréis una festividad ante D’os, siete días» (Bamidvar -Números- 29:12), y a pesar de que aparentemente la Torá nos quiso decir que después de festejar los siete días de la fiesta de Sucot ya no deberemos festejar más, para nuestra sorpresa, algunos pesukim (versículos) más adelante encontramos que la Torá dice: «En el día octavo: atzéret será para vosotros, ninguna labor habréis de hacer» (29:35).

De esto debemos deducir que la Torá nos quiso enseñar que al finalizar los siete días de la festividad de Sucot empieza otra fiesta, y ella es conocida con el nombre de Sheminí Atzéret. La palabra sheminí significa «octavo», y la palabra atzéret, que generalmente significa «detención», en nuestro caso se la podría traducir como «asamblea», y el nombre de esta fiesta deriva de las palabras del versículo que recordamos anteriormente: «En el día octavo: atzéret será para vosotros».

Dos Fiestas Distintas

A pesar de que la Torá llama a esta fiesta «el día octavo», su intención no es decir que este día de fiesta pertenece a la fiesta de Sucot, pues en el versículo 12 ya había sido aclarado que la fiesta de Sucot sólo consta de siete días, y es por eso que realmente la fiesta de Sheminí Atzéret debe ser considerada una fiesta por sí misma. Por tal razón, aparte de recitar el sheejeianu en la primer noche de la fiesta de Sucot, también debe ser recitado en la noche de Sheminí Atzéret.

Intentando encontrar un lugar en la Torá en el que esté insinuado este concepto de que Sheminí Atzéret es una fiesta por separado, en el Talmud (Sucá 47a) figura una opinión que dice que cuando la Torá enumera los sacrificios que deberán ser ofrecidos en los distintos días de la fiesta de Sucot, está escrito: «Y en el segundo día…», «Y en el tercer día…», «Y en el cuarto día…», etc., sin embargo al referirse al octavo día, dice la Torá: «En el octavo día…», sin la conjunción copulativa «y» que relaciona a cada día de la fiesta con el día anterior, y esto es una clara alusión al hecho de que Sheminí Atzéret es una festividad por sí misma, como ya explicamos.

¿Qué Festejamos en Sheminí Atzéret?

En Sheminí Atzéret festejamos que el deseo de D’os es que estemos cercanos a Él. Festejamos que D’os nos acercó a Su Divinidad eligiéndonos de entre todos los pueblos de la tierra.

En su comentario sobre la Torá, Rashí (Rabí Shelomó Itzjaki, 1040 – 1105) nos recuerda el Midrash citado en el Talmud (Sucá 55b) que dice que cuando el pueblo de Israel terminó de ofrecer los sacrificios de la festividad de Sucot «les dijo D’os a ellos: Por favor, prepárenme una pequeña comida para que Yo tenga placer de ustedes».

Nuestros Sabios nos quieren enseñar mediante este Midrash, que D’os únicamente tiene «paz y tranquilidad» cuando solamente nosotros, el pueblo de Israel, lo servimos y estamos cercanos a Él. Y es por eso que esta fiesta se llama Sheminí Atzéret, que significa algo así como «la detención o la asamblea del octavo (día)», pues en este día D’os nos pide que nos detengamos junto a Él y que nos reunamos con Él.

En esta fiesta D’os quiere que lo sirvamos preparándoLe una «pequeña comida» para que pueda «disfrutar» de nosotros, es decir, de nuestra cercanía ya que eso le provoca «deleite». La razón de nuestra alegría y nuestro regocijo debe ser que podemos estar al lado de «la Fuente de la Vida».

La Finalización y el Comienzo de la Torá

De todas las formas que tenemos para acercarnos al Creador, la más elevada es el estudio de la Torá – ya que estudiarla es lisa y llanamente estudiar la palabra de D’os. Al estudiar la Torá estudiamos el pensamiento y la voluntad del Todopoderoso, acercándonos a Él de una manera especial y única.

Es por eso, que no es casualidad que se haya elegido al día de Sheminí Atzéret para concluir y recomenzar la lectura de la Torá. En esta fiesta finalizamos el ciclo anual de la lectura de los cinco libros que conforman la Torá leyendo la última parashá: Vezot Haberajá. Pero no esperamos hasta el próximo shabat para recomenzarla, sino que inmediatamente, después de terminar de leerla, comenzamos a leer Bereshit – la primer parashá de toda la Torá – demostrando así el profundo amor que sentimos por ella, es decir, por Quién la creó y la ordenó, el Santo – bendito es Él.

Ese es el motivo por el cual también se conoce a esta fiesta con el nombre de Simjat Torá (la alegría de la Torá). En la tierra de Israel – donde Sheminí Atzéret es un sólo día – a ese mismo día se lo llama también Simjat Torá, pero en la diáspora – donde Sheminí Atzéret tiene dos días de duración – al primer día se lo acostumbra llamar Sheminí Atzéret y al segundo día Simjat Torá, ya que en él se concluye la lectura de la Torá fuera de la tierra de Israel.