“Y les di mis leyes, y mis estatutos les di a conocer, para que los haga el hombre y viva en ellos. Y también mis Shabatot les entregué como señal entre ellos y yo para que sepan que yo soy El Eterno que los consagro” (Yejeskel 20, 11-12).Así también lo hace el profeta Yeshaiahu enfatizando que cuidar el Shabat es equivalente a no hacer ningún mal. “Así dijo D-os: “Respeten los estatutos y hagan justicia, porque cercana está mi redención y la revelación de mi rectitud. Bienaventurado es el hombre que así hace y el ser que se aferra a ella, quien cuida el Shabat de no profanarlo y retrae su mano de hacer todo mal”” (Yeshaiahu 56, 1-2). La máxima expresión del Shabat se encuentra en el Midrash: “Todo el que observa el Shabat le es considerado como si cumpliera toda la Torá” (Pesikta Rabati) ¿Qué tiene de especial este día para ser considerado tan importante? Muchos motivos fueron dados, analizaremos los más importantes.
1er motivo – El rol y la responsabilidad del hombre en el mundo – Hay un Creador
En el libro de Shemot, en los diez mandamientos se da el siguiente motivo: “…Pues en seis días hizo Hashem los cielos y la tierra, el mar y todo cuanto en ellos hay, y se abstuvo de crear en el séptimo día” (Shemot).Explica este motivo en profundidad el Rab Shimshón Rafael Hirsch (Alemania, siglo XVIII). Cuando Dios creó el Mundo, no creó un Mundo terminado, solo sentó sus bases y le dio al hombre la continuación de la obra, como lo expresa el final de la Creación (Bereshit 2:3) “Bendijo Dios el séptimo día y lo declaró sagrado, pues en ese día Dios cesó de toda su obra que efectuara para hacer”. El Mundo fue creado “para hacer”, para que día con día el hombre lo vaya perfeccionando. Pero Dios le puso dos pautas a esta continuación: “laborar la tierra y cuidarla” como se expresa en la Torá (Bereshit 2:15) “Hashem, el Dios, tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para labrarlo y cuidarlo”. Sin embargo el mundo estaba sujeto al capricho humano y se corría el peligro de que el hombre se creyera dueño de este Mundo y no solo lo trabajara, sino que pudiera abusar del mismo, causándole daños irreparables. ¿Quién podría salvar al mundo de este peligro potencial? Solo el despertar de la conciencia humana, que llevara al hombre a entender que él es solo un empleado y no el dueño. Por esta razón, el primer día posterior a la creación del hombre, cuando éste se preparaba para comenzar con su trabajo, Dios le ordenó abstenerse de trabajar, para que tome conciencia que el mundo no le pertenece, que no puede trabajar indefinidamente cuanto quiera. Una vez por semana Dios nos pide que no creemos nada, ya que la creatividad y su implementación, es la característica distintiva del hombre por sobre el animal y nuestro parecido con Dios.Esta aptitud nos pudiera engañar haciéndonos sentir Dioses, ya que todo está en nuestras manos. Viene Dios y nos dice: “Un día en la semana deja de crear, para que sepas que el Mundo tiene un Creador, recuerda cual es tu rol y sensibilízate para no dañar la creación, ejercita tu papel con responsabilidad”.
2do motivo – La liberación de la esclavitud
3er motivo – No sólo de cuerpo está compuesto el ser humano
El mundo no es lo que únicamente se puede percibir con los sentidos, hay mucho más detrás de todo esto. Un mundo que tiene otra dimensión. La dimensión espiritual. Es fácil decirlo y creo que para ninguno de nosotros es novedad. Sin embargo, lo que creo que sí es novedoso, es entender que esta existencia tiene tantas necesidades como la misma vida material.Imaginemos que una madre, luego del nacimiento de su tan ansiado hijo, dijera que ahora está muy ocupada para atenderlo y que el niño deberá permanecer en lista de espera hasta que ella reordene su vida. Esto significa que el bebé no recibirá ni atención, ni comida, ni higienización, ni visitas al médico, etc. Obviamente, una situación de este tipo dejaría a esta madre irresponsable en las puertas del manicomio. Así también la vida espiritual tiene necesidades, la única diferencia es que estas necesidades no se sienten. Cuando se tiene hambre, el estómago nos da la señal de aviso, no empieza a doler la cabeza y perdemos las fuerzas. Cuando nuestra alma está hambrienta no tiene mecanismos instintivos para hacernos sentir esta carencia, y por lo tanto nos pudiéramos pasar la vida entera literalmente “matando de hambre al alma”.¿Cuánto le dedicamos a nuestra alma?Aunque más no sea, nos pide Dios, que por lo menos un séptimo de nuestra vida la dediquemos a alimentar a nuestra alma.
4to motivo – La psicología del Shabat
5to motivo – La unión familiar
En el mandamiento del Shabat, la Torá pone especial énfasis en la familia y la sociedad: “Guardarás el día de Shabat para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu tarea, pero el día séptimo es Shabat, para Hashem, tu Dios, no hagas ninguna tarea, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu sirviente, ni tu sirvienta, ni tu ganado, ni tu asno, ni el forastero que habita dentro de tus puertas, para que descansen tu sirviente y tu sirvienta como tú. Acuérdate de que fuiste siervo en la tierra de Egipto y que Hashem tu Dios, te sacó de allí con mano poderosa y brazo extendido. Por consiguiente, Hashem tu Dios, te ordena que guardes el Shabat (Devarim 5:12-16).La Torá nos enseña que el descanso debe ser en familia y que debe incluir a todos los que frecuentan nuestro círculo privado, como empleados o empleadas. El Shabat es el momento ideal para reunirnos con nuestros hijos y familiares alrededor de una mesa y poder compartir nuestras experiencias de la semana que pasó, comentar sobre asuntos relevantes y enriquecernos espiritualmente por medio de reflexiones de judaísmo que nos permitan debatir sanamente. Para que esto sea posible debemos obligatoriamente suspender, televisión, teléfono, salidas, trabajo, entrevistas y todo tipo de distintos compromisos. Nada puede quitarnos este tiempo precioso que destinamos para la familia. Todas las prohibiciones del Shabat justamente nos generan el marco apropiado para evitar distracciones en este sentido. Como comentábamos anteriormente, es realmente hermoso poder sentarnos con nuestros hijos y preguntarles sobre la escuela, leer un libro con ellos, cantar con ellos canciones de Shabat, estar atentos a las mil y una insignificancias que tienen para decirnos, pero que para ellos, es lo más importante del mundo. Estar juntos, realmente juntos al fin. La ubicación de cada integrante de la familia en la mesa, el kidush, la bendición a nuestros hijos, la cabecera donde se sientan el padre y la madre de la familia, el vocabulario adecuado que se debe utilizar para una mesa de Shabat, nos enseña la jerarquía familiar, nos marca claramente los límites. La ausencia prolongada de experiencias como ésta, aunada al poco tiempo que podemos dedicar entre semana, pudiera llegar a generar un vacío familiar y desvirtuar las jerarquías. Este día no nos exime de nuestro compromiso diario con nuestros hijos, pero sí refuerza nuestra conciencia de la importancia de la familia. Entendemos ahora, que la abstención del trabajo no tiene como motivo principal recuperar fuerzas para seguir siendo productivo la próxima semana, esto se lograría durmiendo dos o tres horas más, el desafío es invertir este tiempo en los que más queremos.
La identidad judía
6to motivo – El antídoto contra la asimilación
Hay dos causas para la asimilación. 1) La pérdida de nuestros valores judíos fundamentales, 2) la pérdida de la vida judía. El cuidado del Shabat es un buen antídoto para la asimilación. Por un lado el Shabat nos enseña los valores, de la existencia de un Creador (ver 1er motivo), nos redime de la esclavitud a nuestros instintos, a nuestras pasiones, a las adicciones, a la sociedad, etc. (ver 2do motivo), nos enseña la trascendencia espiritual (ver 3er motivo), une a la familia (ver 5to motivo); y por otro lado genera una capa protectora contra la asimilación al provocar un cambio sustancial en nuestra vida judía, no es una mitzvá de un momento dado en el año, es un precepto continuo y cíclico. Ningún gentil va a estar interesado en unir su vida a una persona que vive 24 horas, un día a la semana, en otra dimensión. No trabajar, no viajar, no cocinar, dedicar el día al rezo y al estudio, etc. El cumplimiento del Shabat no sólo nos hace distintos un día a la semana, sino que cambia nuestra visión de toda la semana. Ahora podemos entender por qué la Pesikta (Midrash) dice “Todo el que cumple el Shabat es como si cumpliera toda la Torá”. No es una exageración, al concientizarnos de los valores antes mencionados, tomamos conciencia de muchos otros aspectos importantes del judaísmo, si creo en Dios y entiendo que la espiritualidad debe tener un papel protagónico en la vida, entonces no sólo el Shabat es importante, también lo es el kashrut, las fiestas, las leyes de la pureza familiar y por sobre todo la educación de los hijos en este camino. Dijeron los Sabios: “Más de lo que los judíos cuidaron al Shabat, el Shabat cuidó a los judíos”. El Shabat salvó de la asimilación a los judíos en la época de los griegos, arriesgando sus vidas por su cuidado. Salvó la identidad de miles de judíos en la inquisición que encendían velas de Shabat en los subsuelos de las casas, mantuvo la identidad de miles de inmigrantes europeos y sefaraditas que estuvieron dispuestos a perder su trabajo para conservar este valor tan importante. Mantuvo la dignidad judía en los guetos y campos de concentración. Y sigue siendo hasta hoy día el mejor regalo a nuestro pueblo, como lo expresa el Midrash (Yalkut Shimoni; Parashat Ki Tisá). “Le dijo D-os a Moshé: ‘Un hermoso regalo tengo en mi depósito, su nombre es Shabat, y quiero entregárselo a Israel, ve y díselo a ellos’”.
Preceptos y Costumbres del Shabat
Existe una gran y variada cantidad de preceptos y costumbres: preparación del Shabat, el encendido de las velas, kidush, banquete de Shabat, comidas especiales, vestimentas festivas, utensilios decorosos, estudio de la lectura semanal, todos ellos expresan la combinación del descanso y la santidad, de la satisfacción y deleite físico y la elevación espiritual. Ellos crean el ambiente especial del Shabat.Esta combinación se ve reflejada en las palabras de nuestros sabios: «Recuerda el Shabat para santificarlo. ¿Cómo lo santifica?. Estudiando la Torá, la Mishna, con comidas y bebidas, ropas limpias y descanso» (Tana debei Eliahu).
Encendido de velas
Shabat no solo es el día que dejamos de trabajar. Es el día de las velas, el día de la luz. La luz es la que le infunde espiritualidad al cuerpo y todo el materialismoLas velas unen a la gente a un nivel de almas. Las velas nos acercan unos a otros, nos acercan a D-os. . Es la mitzva de la mujer encender las velas de Shabat. Es el privilegio de la mujer traer el bien al mundo por medio de la luz. Las velas de Shabat nos dirigen a una luz mayor, la Luz de Shabat. Nuestra tradición nos dice algo increíble: Una mujer debe sentir una inmensa felicidad cuando enciende las velas de Shabat. La gente disfruta la comida de Shabat con luz extra. Y hay algo más profundo. La luz de las velas provocan una conexión espiritual entre la gente, y crean paz en el hogar. Shabat nos recuerda que hubo una creación y un creador.
Nuestra tradición para el encendido de velas es el siguiente: Prepara dos velas con unos candelabros en una charola muy bonita. Vístete con ropa linda a la hora del encendido de las velas y obviamente, hazlo a tiempo. PREPARATE, PIENSA, CONCENTRATE Y DISFRUTA DE ESTA GRAN EXPERIENCIA.
¿Por qué se adjudicó este precepto especialmente a la mujer?
Nuestros sabios adjudican varios motivos:
Kabalat Shabat
En la oración de la noche del Shabat se acostumbra a pronunciar en la sinagoga seis capítulos del Salmo, como la cantidad de los días de la semana, que relatan sobre la creación del mundo y la grandeza del creador, y también se recitan poemas, que reciben al Shabat, el más conocido es «Leja dodi likrat kala, penei shabat nekabla», que fue escrito por Rabi Shlomo Alkabetz, discípulo del Ari Hakadosh (Rabi Itzhak Luria Ashkenazi). Cuando nos aproximamos al final del poema, los oradores viran hacia la entrada de la sinagoga, esperando la llegada de la novia el Shabat, y se completa el poema diciendo «Ven en paz, con alegría y regocijo… ven novia, Shabat la reina…». La comunidad de cabalistas de Tzfat, que fue creada en el siglo 16 por el Ari Hakadosh acostumbran a realizar diversos actos en vísperas del Shabat, como salir fuera de la ciudad para recibir al Shabat.
La cena del Shabat
Avdalá “Distinción”
La lectura de la Torá en la mañana del Shabat es un precepto del día. Los decretos de la lectura se consolidaron en la época de Ezra, que fijó los fundamentos del orden de lectura acostumbrados hasta nuestros días (Tratado de Baba Kama II). Cada Shabat tiene una «lectura semanal» específica (Parshat Hashavua), y en total existen 54 lecturas (Parshiot). Se cuenta que Ezra, en su afán de enseñar la Torá al pueblo, y ya que la gente casi no entraba al Templo, salió de éste con la Torá, los días de mercado, que eran los lunes y jueves, cuando se congregaba la gente a comprar sus comestibles, para leer en público porciones de la Torá. Esta costumbre, con el tiempo, se volvió Ley.
Vestidos para el Shabat
Las distintas tradiciones de Israel se simbolizan por diferentes ropas en Shabat, que difieren de los días de la semana. El versículo «Y lo honrares no andando durante el en tus propios caminos…» (Isaias 58:13). El Talmud explica, que tu vestimenta del Shabat no sea como la de los días de la semana (Shabat 113).
Manjares del Shabat
Todos tienen algo en común, el PAN
Shabat el Día
El Shabat debe ser el día central de la semana. Nuestros Sabios nos enseñaron a reservar para el Shabat lo más preciado, tanto en los alimentos como en las vestimentas, demostrando así nuestro aprecio por este día. Estrenamos la ropa apropiada al carácter del día y recitamos «Shehejeianu» por las frutas que consumimos por primera vez en la temporada. Preparamos los manjares predilectos para disfrutarlos en este sagrado día.
Shabat como proyecto familiar
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